jueves, 18 de febrero de 2010

LA JUSTICIA PARALIZA LA MINERA AGUA RICA LUEGO DE LA PRESIÓN DE LAS COMUNIDADES AFECTADAS


El juez de Minas de Catamarca resolvió la suspensión "hasta nuevo aviso" de las actividades que llevaba adelante la empresa minera Agua Rica. La medida tuvo su origen en los fuertes reclamos que se vivieron en la noche de ayer en el departamento de Andalgalá, donde está ubicado el yacimiento, que culminó con numerosos detenidos, heridos y destrozos.

El juez de Minas, Guillermo Raúl Cerda, notificó hoy al mediodía al apoderado de la empresa Agua Rica en wl departamento de Andalgalá, del "cese de actividades hasta nuevo aviso", a fines de poner fin al conflicto social en la zona.



El Juez manifestó que "es una medida sumamente necesaria por lo sucedido ayer. Ya notifiqué al apoderado de la empresa y si bien ellos pueden apelar, manifestaron estar de acuerdo con la resolución para traer calma a la sociedad andalgalense". “Lo que vivimos ayer todos los ciudadanos catamarqueños, de los que sucedió en Andalgala, ameritaba que se tome una medida de este tipo, porque lo fundamental es preservar la paz social, la salud y la seguridad de las personas”

Por su parte, el subsecretario de Seguridad de la Provincia, Luis Baracat informó hoy que personal policial tenía la misión de preservar el orden y no reprimir ante el caos producido después que se permitió pasar una máquina de la empresa de Agua Rica.

Sin embargo, los asambleístas denunciaron que la policía de Catamarca y Gendarmería Nacional reprimieron a los pobladores que bloqueaban a vehículos mineros en la localidad de Andalgalá con perros y equipos especiales de dispersión de motines, que dejó varios heridos, entre ellos niños y mujeres, con medio centenar de detenidos.

Pese al desalojo, el puebo de Andalgalá salió a la noche a las calles, y cerca de las 20hs la concentración llegaba a más de cinco mil personas.

Entre balas de goma y gases lacrimógenos “la gente comenzó a destrozar y prender fuego algunos sectores de la Municipalidad”, en reclamo de la renuncia del Intendente José Perea, así como también las oficinas de la minera Agua Rica y comercios de proveedores mineros. El intendente justicialista José Perea culpó por los destrozos a concejales, docentes, al grupo Quebracho, y a “hippies”, en un reportaje a Radio XXI.

A la medianoche, relatan los asistentes, el municipio cortó la luz y comenzó a dispararse balas de goma en un desalojo brutal sobre las personas que estaban en la plaza.



El alerta para movilizarse rápidamente en Andalgalá está organizado en toda la comunidad desde diciembre, cuando se resolvió resistir la instalación de Agua Rica, minera de oro, cobre y molibdeno que triplicará en envergadura y efectos a Bajo Alumbrera, que viene trabajando en la zona con múltiples denuncias por la contaminación que llega además a otras provincias, además del brutal consumo de agua dulce que pone en riesgo la zona del Aconquija (los datos de la propia empresa indican 66.000 litros de agua diarios, aunque los expertos consigan diez veces más por el tipo de trabajo que implica la minería a cielo abierto).

Los andalgalenses no rechazan la minería por desconocimiento, sino por verla de cerca. “No sólo la contaminación y las enfermedades de cantidad de personas, sino que además no generan trabajo, ni riqueza. Catamarca sigue igual o más pobre, y Andalgalá es el lugar de mayor desocupación de la provincia” explicó Urbano Cardozo, acerca de las falsas teorías sobre el progreso que implica la minería. El propio intendente Perea había reconocido que no más de 40 andalgalenses (sobre 20.000 habitantes) trabajan en la mina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario