martes, 8 de febrero de 2011

6 DE FEBRERO DE 1932: NACIMIENTO DEL REBELDE CUBANO CAMILO CIENFUEGOS.



Camilo Cienfuegos nació el 6 de febrero 1932 en el barrio Lawton, La Habana. Sus padres fueron anarquistas españoles originarios de Pravia (Asturias) y Castro Urdiales (Cantabria).
Estudió en la escuela Ernesto Alemán de su barrio natal. En 1940 ingresó en la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro y abandonó sus estudios por problemas económicos. Mientras, trabajaba como aprendiz en la tienda “El Arte”. En 1948 comenzó a participar de las protestas populares contra el aumento de la tarifa del ómnibus.
En 1953 viajó a los Estados Unidos, pretendiendo cambiar su situación económica. Regresó indignado por la explotación a que eran sometidos los trabajadores.

En 1954 se integra a la lucha estudiantil contra la dictadura de Fulgencio Batista y el 14 de diciembre de 1955, fue herido por arma de fuego en una manifestación en honor del héroe de la independencia Antonio Maceo. Fichado por la policía del batistato, al verse perseguido y sin trabajo, marchó al exilio por lo que viaja de nuevo a Nueva York. De allí fue expulsado por las autoridades migratorias al vencerse su permiso de residencia, enviándoselo a México.
En su estancia en México conoció a Fidel Castro, quien organizaba una expedición revolucionaria hacia Cuba. Cienfuegos fue el último elegido para la misión del yate Granma, porque no tenía entrenamiento militar suficiente.
Recibe su bautismo de fuego, como sus compañeros, en Alegría de Pío el 5 de diciembre de 1956. En el combate de El Uvero ya ostenta el grado de teniente. En la lucha armada en Sierra Maestra -por su accionar en combate- se le otorga el rango de capitán. En 1957 se crea una nueva columna guerrillera: la número cuatro, subordinada a otra, la “José Martí”, a cargo del comandante Che Guevara. Allí el capitán Cienfuegos cumple la función de jefe de la vanguardia. En medio de la lucha, nace una entrañable amistad entre él y el Che. Los combates de Bueycito, El Hombrito y Pino del Agua, cuentan con Camilo como protagonista. Su valentía lleva a que se lo conozca como el “Señor de la Vanguardia”. El 3 de abril de 1958 Fidel lo asciende a comandante.
Avanzada la lucha armada, le fue asignada la tarea de dirigir la columna invasora número dos “Antonio Maceo”, la cual partió de Sierra Maestra hacia el Occidente de Cuba en agosto de 1958 y que, junto a la columna ocho, “Ciro Redondo”, al mando del Che, extendió las acciones militares que habían comenzado en la zona oriental. Liderando Camilo, se llevó a cabo la toma de la ciudad de Yaguajay, una batalla decisiva en el golpe final dado por el Ejército Rebelde a las fuerzas del dictador Batista. Su desempeño en esta batalla le granjeó el sobrenombre de “El Héroe de Yaguajay”.
Tras el triunfo de la Revolución, Camilo formó parte del alto mando del Ejército Rebelde como jefe supremo. Combatió en los levantamientos contrarrevolucionarios y participó también en la Reforma Agraria.
El comandante Camilo era muy querido por su humildad, sencillez y sonrisa franca. Algunos hasta compararon su popularidad con la del comandante Fidel Castro.
El 19 de octubre de 1959, el par revolucionario Huber Matos, por esos días jefe militar de la provincia de Camagüey, se distancia del proceso revolucionario al enviar por segunda vez una carta de renuncia a Fidel. Como respuesta, Castro envía una carta a Cienfuegos con órdenes de arrestar a Matos. Una vez que la situación estuvo bajo control, Fidel viaja a Camagüey, donde inicia un proceso que culminará con la prisión de Matos durante 20 años.
La versión oficial indica que Camilo Cienfuegos falleció el 28 de octubre de 1959 en un accidente de aviación a causa del mal tiempo cuando retornaba de Camagüey a La Habana a bordo de su avión. Pero nunca se pudieron encontrar restos de Cienfuegos ni de su avión. Tampoco hubo informes de problemas climáticos en la ruta que supuestamente debía seguir el mismo, ni el avión de Cienfuegos emitió ninguna llamada de auxilio.
Toda Cuba se movilizó en la búsqueda de Camilo por varios días, siendo éste uno de los eventos más sensibles de los primeros años de la Revolución.

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