miércoles, 12 de mayo de 2010

Diputados cambia la legislación laboral


Diputados aprobó y giró al Senado por 166 votos a favor y 8 en contra 2 iniciativas que modifican la ley del Contrato de Trabajo en lo referido al aumento de las indemnizaciones por relaciones laborales en negro.y lo referido a la jornada reducida.

En un corta sesión, que duró un poco más de 1 hora, la Cámara de Diputados aprobó y giró a la Cámara de Senadores 2 proyectos de ley que modifican la ley de Contrato de Trabajo referidos en un caso a las indemnizaciones a trabajadores no registrados y a la jornada reducida de trabajo.

Con 166 votos a favor y 8 en contra, el cuerpo aprobó el proyecto de ley impulsado desde la CGT para aumentar las indemnizaciones por relaciones laborales que al momento del despido no estuvieren registradas.

El proyecto de 2 artículos establece que "las indemnizaciones previstas por el artículo 245 de la ley 20.744 (texto ordenado en 1976), las que en el futuro las reemplacen o las derivadas del despido, previstas en las normas especiales, serán incrementadas al doble cuando se trate de una relación laboral que al momento del despido no esté registrada o lo esté de modo deficiente".

Contempla que cuando la relación laboral "en negro" se extinguiere por cualquier otra causal -salvo por renuncia del trabajador o común acuerdo- el empleador deberá abonar al trabajador "además de las indemnizaciones que correspondan, una indemnización equivalente a un mes de sueldo por cada año de servicio o fracción mayor de tres meses" en caso de menores de edad.

En el segundo artículo, el proyecto del presidente de la Comisión de Legislación del Trabajo y abogado de la CGT, Héctor Recalde (FPV), de Recalde indica que "cuando el empleador, fehacientemente intimado por el trabajador, no le abonare las indemnizaciones que correspondan" y "consecuentemente, lo obligare a iniciar acciones judiciales o cualquier instancia previa de carácter obligatorio para percibirlas, éstas serán incrementadas en un 50 por ciento".

El segundo proyecto aprobado modifica el artículo 198 de la Ley de Contrato de Trabajo referido a la jornada reducida, que la define como "la reducción de la jornada máxima legal", la cual solo será aplicable -dice- "cuando lo establezcan las disposiciones nacionales reglamentarias de la materia, estipulación particular de los contratos individuales o Convenios Colectivos de Trabajo".

Recalde precisó en los fundamentos de la propuesta que el cambio apunta a "distribuir el empleo existente con más equidad, entre más trabajadores, entendiendo que la limitación de la jornada de trabajo es una herramienta sumamente útil a esos fines".

El proyecto apuesta a desandar el camino que la legislación laboral siguió en los 90 que se orientaron, manifiesta el diputado en su proyecto, a "abaratar el costo laboral, transfiriendo recursos del asalariado al capital, y generando, además, mayor autoritarismo y poder patronal, mayor sometimiento, mayor desintegración familiar, peores condiciones de empleo, trastornos individuales del trabajador y más desocupación".

Ponencia acerca de la Revolución de Mayo con motivo del Bicentenario, en Carta Abierta España NORBERTO GALASSO


Capítulo 1 - La historia oficial

En los discursos escolares se califica a la Revolución de Mayo como el día del nacimiento de la patria y según ese criterio, año a año, se festeja, con cantos y escarapelas, el aniversario o bien podría decirse, el cumpleaños.
Sin embargo -y a pesar de las décadas que llevamos de polémica histórica a partir de los primeros revisionistas- aún subsisten equívocos sobre este suceso, es decir, en las diversas interpretaciones saltan extrañas contradicciones.

La razón de un fenómeno tan significativo -que no podamos explicarnos de una manera acabada y coherente cuándo y de qué modo nacimos- obedece a que nuestras ideas históricas -así como políticas y culturales- se hallan infeccionadas por una concepción colonial. En definitiva, no sabemos de dónde venimos porque no sabemos quiénes somos, ni adónde vamos, según las ideas que prevalecen en colegios y medios de comunicación.

Para la historiografía liberal, Mayo fue una revolución separatista, independentista, antihispánica, dirigida a vincularnos al mercado mundial, probritánica y protagonizada por la "gente decente" del vecindario porteño. Si avanzamos algo en la caracterización que la historia oficial desarrolla -ya sea con todas las letras o implícitamente, insinuando conclusiones- completamos el cuadro:

a) La idea de "libertad" fue importada por los soldados ingleses invasores en 1806 y 1807, cuando quedaron prisioneros algún tiempo en la ciudad y alternaron con la gente patricia;

b) El programa de la Revolución esta resumido en la Representación de los Hacendados, pues el objetivo fundamental de la revolución consistía, precisamente, en el comercio libre o más específicamente, en el comercio con los ingleses;

c) El gran protector de la Revolución fue el cónsul ingles en Río de Janeiro: Lord Strangford;

d) El otro gran protector será, años más tarde, George Canning, quien tiene a bien reconocer nuestra independencia;

e) La figura clave del proceso revolucionario es un Mariano Moreno liberal europeizado, antecedente de Rivadavia y que, significativamente, ha sido abogado de varios comerciantes ingleses.

"Esta" revolución, así entendida, merece ser recordada y tomada como ejemplo según sostienen los intelectuales del sistema, puesto que sus rasgos fundamentales (apertura al mercado mundial, alianza con los anglosajones, "civilización", porteñismo, minorías ilustradas) marcan aun hoy el camino del progreso para la Argentina.

De Bartolomé Mitre a nuestros días, esta versión ha prevalecido en el sistema de difusión de ideas (desde periódicos, suplementos culturales, radiofonía y televisión, hasta los diversos tramos de la enseñanza y revistas infantiles tipo Billiken). Aburrida y boba, quedo sacralizada, sin embargo, porque esa era la visión de una clase dominante que había arriado las banderas nacionales y se preocupaba, en el origen mismo de nuestra historia, de ofrecer un modelo colonial y antipopular.

El revisionismo histórico, en casi todas sus corrientes, resulto impotente para dar una visión superadora, capaz de nutrirse en hechos reales y ofrecer mayores signos de verosimilitud. Desde una perspectiva, también reaccionaria, hubo quienes, como Hugo Wast, intentaron dar "la otra cara" de la Revolución culminando en esta interpretación:

"La Revolución de Mayo fue exclusivamente militar y realizada por señores... Nada tiene que ver con la Revolución Francesa... El populacho no intervino en sus preparativos, ni comprendió que se trataba de la independencia... Moreno tampoco intervino en ellos y su actuación fue insignificante, cuando no funesta. Su principal actor fue el jefe de los militares, Don Cornelio Saavedra... La patria no nació de la entraña plebeya, sino de la entraña militar... No la hizo el pueblo, la hicieron los militares, los eclesiásticos y un grupo selecto de civiles". (Hugo Wast, Año diez, Goncourt, Buenos Aires, 1970, p.11.)

Así planteada la alternativa entre la interpretación liberal oligárquica y la interpretación nacionalista reaccionaria, sólo unos pocos historiadores, como veremos, lograron dar un salto hacia una versión más coherente y veraz.

Dado que la interpretación mitrista -por razones políticas- es la que ha alcanzado mayor influencia y difusión, debemos centrar en ella la cuestión y preguntarnos, desde el vamos, si ese Mayo, pretendidamente elitista y proinglés, merece la veneración que le prestamos o si, por el contrario, habría que vituperarlo como expresión de colonialismo. Esto implica, asimismo, interrogarnos acerca de si la revolución, tal como ocurrió realmente, tiene algo que ver con la "historia oficial" o si ésta es simplemente una fabula impuesta por la ideología dominante para dar fundamento, con los hechos del pasado, a la política de subordinación y elitismo del presente.


Norberto Galasso

domingo, 9 de mayo de 2010

SOLIDARIDAD CON NUESTRA COMPAÑERA FLORENCIA PEÑA

“DE ESO NO SE HABLA”

LISTA NEGRA


Vaya si sabemos los actores lo que significan las listas negras, vaya si lo sabe nuestro sindicato.

Los compañeros trabajadores actores que las sufrieron durante los años trágicos, poco tiempo antes y durante la última dictadura militar, nos transfieren la autoridad moral para expresarnos sobre un tema que siempre sobrevuela nuestra profesión.


Los actores sabemos que las listas negras pueden surgir por tener determinado pensamiento político, por reclamar derechos laborales, o simplemente por comprometerse con la dignidad, tener opinión propia y no ser funcionales a los intereses de los que detentan el verdadero poder.

El ninguneo que ejercen algunos medios al promover la invisibilidad del otro, el negar un lugar en la “mesa” de la discusión sólo porque no coincide con el pensamiento del anfitrión, o con el de los verdaderos dueños de la “mesa”, son actos que debemos repudiar firmemente, sobre todo en un país en el que la subordinación a intereses espurios hizo de la intolerancia y de la censura una cultura.

A esa intolerancia, a ese ninguneo, a esa censura, le responderemos con la lucha por una cultura de la libre expresión. Esa cultura que, como tantos otros compañeros, defiende Florencia, con una posición firme por la plena vigencia de la ley de Medios Audiovisuales.

Queremos expresar como gremio nuestra más firme solidaridad con la compañera Florencia Peña por la grave situación de persecución sufrida simplemente por el hecho democrático de expresar lo que piensa.

Fuerza compañera!!!

Un abrazo militante.


CONSEJO INTEGRAL

ASOCIACIÓN ARGENTINA DE ACTORES




Adolfo Alsina 1762 • Capital Federal
Buenos Aires • Argentina