jueves, 30 de diciembre de 2010

Más plata, más pantalla; El Fútbol para todos se verá por dos nuevas señales: AFA TV y Gol TV; mientras, el Gobierno estudia transmitir en alta defini


El nuevo año llegará con novedades para el televidente futbolero. Por un lado, los responsables del Fútbol para Todos evalúan las transmisiones en alta definición a partir de 2011. Por otro, el negocio televisivo sumará dos nuevos jugadores: Gol TV -la cadena que pertenece a los ex futbolistas Nelson Gutiérrez y Enzo Francéscoli y el empresario Francisco "Paco" Casal-, y AFA TV, el postergado anhelo de Julio Grondona que se estrenaría en la grilla de cable desde marzo. En un año electoral, tanto Gol TV como AFA TV tendrán en su menú de atracciones el torneo Clausura Néstor Kirchner.
Para que el Fútbol para Todos tenga adosado el logo HD -high definition- sólo falta la decisión política. Desde la Jefatura de Gabinete reconocieron que "se habló" sobre el avance tecnológico y que "puede darse a partir de junio".
También habrá fútbol para todos los gustos en AFA TV, una idea de Julio Grondona que se concretará en 2011. El canal integrará la grilla de las principales operadoras y todo apunta a que pueda convertirse en la pantalla oficial de la Copa Argentina. El torneo se disputaría en el segundo semestre del año y será el producto estrella de la emisora. También pasará los partidos de otras categorías del fútbol argentino que hasta ahora no tienen pantalla propia. La aspiración de quienes estarán cerca de la señal es entablar un acuerdo con la productora del Fútbol para Todos para poder transmitir los preliminares de los encuentros de primera.

El otro nuevo competidor es Gol TV. La empresa, un canal exclusivo de fútbol muy fuerte en Estados Unidos, ultima detalles para emplazar su sede en el país. La cadena ya se puede sintonizar en los 200.000 decodificadores de la Televisión Digital Terrestre (TDT) que distribuyó el Gobierno. Se estima que en 2011 el parque de aparatos superará los tres o cuatro millones y llegará a los 10 millones en 2012. Hasta ahora, Gol TV emite los mismos contenidos de su señal latinoamericana, aunque está previsto que a corto plazo comience a dar los partidos del campeonato argentino en diferido. Además, la sucursal argentina de la cadena tendrá paulatinamente varios programas producidos especialmente para la Argentina. "Ayudaron al arribo de la cadena las buenas relaciones gubernamentales entre Uruguay y la Argentina, tras el histórico enfrentamiento entre la empresa y el Grupo Clarín, que siempre bloqueó su entrada. Hoy, el canal está para colaborar con el Fútbol para Todos", reconoce un asesor de la empresa uruguaya en el país.

Pese a la proliferación de pantallas que repetirán el Fútbol para Todos, en el Gobierno no lo adjudican a que 2011 sea un año electoral. "AFA TV es aún un proyecto", se defienden. Y agregan: "El Fútbol para Todos ya está disponible en la TDT a través de la televisión pública; la llegada de Gol TV no cambia nada". Sí cambia el mapa televisivo. A partir de 2011, la AFA tendrá pantalla propia, un salvoconducto perfecto para poder transmitir el fútbol argentino en caso de que algún gobierno elija dar de baja el contrato celebrado en agosto de 2009.

Iveco negocia para seguir siendo sponsor
Desde Fiat Argentina confirmaron que Iveco, la empresa que auspició la temporada 2010 a cambio de US$ 2 millones para la AFA, está "conforme" con esa acción de marketing y tratará de renovar el vínculo, que podría tener un aumento.

lunes, 27 de diciembre de 2010

`LA OPOSICIÓN CHANTAJEA COMO NO SE VEÍA DESDE LA ÉPOCA DE ILLIA`. LO AFIRMA FELIPE PIGNA


Felipe Pigna acaba de publicar un libro que, en otro momento –los ’90, época que podría llamarse pre-Pigna–, hubiera remitido a torneo de fútbol: Libertadores de América. Claro que, a partir de sus intervenciones radiales, su monumental colección de videos, sus libros (sobre todo los volúmenes de Los mitos de la historia argentina) y sus programas de televisión, logró eso por lo que tanto lucharon y luchan tipos como Salvador Ferla o Norberto Galasso: que la Historia sirva para algo más que para un aprobado en diciembre. Peleando contra una visión oficialista que hunde sus raíces en Bartolomé Mitre y enarbola la bandera unitaria, la Historia, en palabras de Pigna, vuelve a ser ese material vivo con el que se construye el presente y el futuro de un país y de un continente. Y de eso trata su Libertadores…, de cinco hombres que llevaron adelante sus ideales revolucionarios a pesar de los grandes poderes en contra: Francisco de Miranda, Manuel Belgrano, Simón Bolívar, Bernardo O’Higgins y José de San Martín. Cinco hombres que, entre fines del siglo XVIII y principios del XIX dieron todo por la libertad.

Hoy, desde su casa biblioteca (paredes y paredes de libros, de vez en cuando una ventana hacia una calle no muy tranquila de Caballito) Felipe Pigna recuerda una pregunta que le hizo un pibe en una de sus tantas charlas llevando la Historia a las escuelas primarias, en ese caso, una de La Matanza. “¿No nacen más héroes, no, Maestro?”, le tiró el chiquilín, no más de nueve años. Pigna quedó pensando sobre esa pregunta que lo descolocaba como pocas. Intuía que, quizá, no nacieran más héroes en el sentido épico del término. Pero sabía que ésa no era una respuesta. Entonces le preguntó qué hacía él. “El pibe –cuenta Pigna– me dijo que al salir de la escuela trabajaba en una verdulería y a la noche cartoneaba con su papá. Entonces le dije que eso era ser un héroe, que había diversas formas de heroísmo”.

Y no hacen falta preguntas (después de la del pibe, lo mejor es pensar bastante un interrogante), Pigna se larga: “Ese chico y su papá están eligiendo la decencia. Este sistema perverso obliga a la gente a salirse de la decencia. Proclama la virtud, pero no la practica. Y no deja posibilidades de hacer cosas”.

–¿Se podría hablar, entonces, de una mutación del heroísmo?
–Podría llamárselo de esa manera. El heroísmo va mutando, va tomando otras formas. Quizá ser héroe con todas las letras en el siglo XIX, durante las guerras de la Independencia, estaba más dado por las circunstancias: había una guerra clara y nítida, había una posibilidad de luchar por una causa que unificaba y había, ciertamente, personajes mucho más románticos que los que vinieron después.



–De todos modos, las clases populares del siglo XIX no tenían voz ni voto como para reconocer a sus héroes...
–No tenían más derecho que a cagarse de hambre. En ese sentido, hay una mala lectura de la ideología de los libertadores.

–¿Por qué?
–Por cierta pretensión de transformar a Bolívar en un líder socialista o presocialista. Lo cual no tiene por qué ser así. Bolívar era un tipo muy bien ubicado políticamente con las contradicciones típicas de su clase. Pero era un hombre de una familia muy rica de Caracas, que sale de ese sector y se pone a combatir por la independencia y luego en las guerras civiles. Pero tiene los prejuicios inherentes a su clase.

–¿Qué prejuicios?
–Por ejemplo, se niega varias veces a liberar a los esclavos. Y tiene con respecto al pueblo un prejuicio que no lo es tanto, simplemente hay que tener en cuenta que estamos hablando de una época donde la gente era analfabeta. Y pensar que esa gente pudiera ocupar cargos de gobierno era francamente complicado. La tarea era, ante todo, la educación. Algunos lo entendieron, otros no.

–¿Educar antes de incorporar?
–Sí. San Martín y Belgrano lo entendieron: la única manera de incorporar a los sectores populares a la participación ciudadana era a través de la instrucción: que empezaran a tener elementos educativos que les permitieran ir participando de la política. La gente estaba ajena a la política por su absoluta ignorancia.

–Ignorancia que, a su vez, era promovida por el poder. En ese sentido, podría estar hablando de casi todo el siglo XX...
–Por supuesto. Es terrible cuando se usa la palabra ignorante en estos casos. El analfabeto lo era porque el poder no lo dejaba instruirse, estudiar. Pero en el siglo XIX eso se va revirtiendo y aparece una preocupación para que esos sectores se eduquen. Educar al soberano y ahí sí, con esas precondiciones, incorporarlos a la vida pública. Pero sigue apareciendo el prejuicio que sostenía que había un sector que estaba en condiciones de gobernar y otro que estaba destinado a obedecer. Y se iba a tardar mucho tiempo para que eso cambiara.

–¿Dos siglos?
–Inclusive los caudillos federales tenían esa concepción. Rosas entendía al pueblo, lo comprendía, pero nunca se le ocurrió compartir ese poder con el pueblo. Tenía una rigidez de estanciero muy pronunciada.

–Sin embargo, ese concepto sarmientino de educar al soberano, ¿no choca con lo que un tipo como Sarmiento podría pensar de tipos como Bolívar?
–De hecho, Sarmiento discute con San Martín en Grand Bourg. Le echa en cara su relación con Bolívar. A todo ese grupo que se podría definir como romántico, a la generación del ’37, le costaba entender a San Martín como un libertador. Le reprochaban el haberse retirado en un momento de guerra civil y no haber defendido a Buenos Aires; le discuten que, en vez de venir a reprimir a Artigas,
siga la campaña libertadora al Perú.

–La Gran Desobediencia...
–Desobediencia que no es perdonada por mucho tiempo por los unitarios liberales que le reprocharon siempre esta actitud.

–Usted menciona en el prólogo de su libro que estos libertadores, a contramano de lo que parecería querer decir la historia oficial, no eran foquistas, sino producto de un proceso social, algo que siempre vino bien esconder. ¿Son similares esos procesos en los distintos países de latinoamérica donde actuaron Miranda, Bolívar, San Martín, O’Higgins, Belgrano?
–Son similares pero con particularidades. Miranda habla de la Gran Colombia como una gran nación y Bolívar lo corrige porque piensa en una especie de reunión de estados contemplando las enormes diferencias que había entre cada uno de ellos. El sueño mirandino era un sueño muy utópico, que pensaba una nación gigantesca que iba de las márgenes del Mississippi, antes de ser robada por los Estados Unidos, hasta Tierra del Fuego. Bolívar ve las dificultades de ese proyecto. Dice soñar con la unidad, pero lo piensa más bien como una confederación o como unión transitoria de Estados.

–Una Unasur de época...
–Y con el tiempo uno ve lo que se logró con la Unasur, una unidad supranacional pensada desde América latina, y comprende lo que podría haber ocurrido de haberse realizado entonces el sueño bolivariano.

–Más allá de esas pequeñas diferencias, hay una constante casi en todos los casos: el exilio como condición absoluta. ¿Por qué?
–Parece una fatalidad de la que se salvan Bolívar y Belgrano, pero hasta ahí nomás. Bolívar, si bien no parte hacia el exilio, muere en Sant Marta, alejado de todo, con una sensación de enorme ingratitud. Veinte años de luchas, de sinsabores de un tipo que la podría haber pasado muy bien dentro de su clase social.

–Y Belgrano en su exilio dentro del país...
–Sí. Muere en la mayor pobreza e ignorado por la enorme mayoría de los diarios. El exilio, es cierto, es una constante y, a la vez, una presencia muy fuerte. Miranda termina preso en España; San Martín, solo, en Francia, O’Higgins también. El exilio más tremendo es el de San Martín, de una enorme injusticia, ya que él seguía muy conectado con el país. Cuando se produce la guerra contra Brasil viene para ayudar a un hombre que peleó con él, Dorrego, y se encuentra con la tragedia de su asesinato a manos de Lavalle, otro subordinado suyo. Y cuando se produce el bloqueo anglo-francés, vuelve a ofrecerse para lo que haga falta. Explica los pasos tácticos a seguir, describe cómo defender una ciudad sitiada. Y luego, a partir de la defensa contra las agresiones extranjeras, San Martín decide mandarle su sable a Rosas. Pero en ese exilio doloroso, tiene una postura muy clara de defensa de lo nacional y de incomprensión y condena a aquellos que se suman a la agresión extranjera, como Echeverría o Lavalle. San Martín dice que ninguna discordancia con el poder de turno puede justificar el aliarse con los invasores extranjeros.

–Cambiando un poco, casi nada, algunos términos, una declaración bastante actual. ¿Estaba solo en ese tipo de pensamiento?
–No, lo acompaña Alberdi, que siendo un histórico enemigo de Rosas hasta cierto momento de su vida, luego le ofrecería, en sus años finales, la amistad y su pluma para escribirle la biografía. Viéndolo de ese modo, el exilio es un último castigo.

–Al que se suma la condena de no haber visto consolidado aquello por lo que ofrecieron sus vidas.
–La frase de Bolívar “hemos arado en el mar” es tremenda. Habla de los intereses espurios, oligárquicos, que hicieron su negocio con el extranjero, desvirtuando las causas de la independencia. Se sienten dueños de la patria a partir de la declaración de su independentismo. Y los libertadores tienen una sensación de desazón incomparable.

–¿Estuvieron dadas, en el pasado inmediato, las pautas como para repetir esa gesta heroica que se dio en el siglo XIX?
–Los ’60 y los ’70 fueron momentos donde parecía que se volvía a una idea de unidad latinoamericana, alumbradas por la revolución cubana. Se pensó en la gran revolución, no a nivel de Estado, ya que el Estado en aquel momento era el enemigo: dictadura, gobiernos cómplices, la OEA como órgano de la CIA. Hoy se vive un momento muy interesante. Unasur es un gran invento, en el sentido que le aplicaba al término Simón Rodríguez, el magnífico maestro de Bolívar. Él decía “o inventamos o erramos”. La Unasur es, claramente, un invento interesante. Primero, porque excluye a los Estados Unidos. Segundo, porque se da en un marco de unidad de intereses con gobiernos que piensan distinto: Piñera, Alan García, Chávez, Cristina, Lula o Dilma. Es sumamente interesante que se dé y que tenga esos reflejos rápidos que tuvo, por ejemplo, en el caso Ecuador. Unasur tiene que ver con el sueño de los libertadores, en las circunstancias y las posibilidades actuales, que no son las épicas del siglo XIX ni las de los ’60 y ’70. Cambiaron las condiciones objetivas, claro. Y sabemos, a partir del Che, que las condiciones subjetivas pueden llegar a ser mortales.

–¿Hoy están dadas las condiciones, si bien no para una revolución, para un cambio de paradigmas?
–Claro. América latina en su conjunto sorteó la crisis de 2008, crisis que en Europa empezó a repercutir, haciendo todo lo contrario a lo que decía el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y las recetas históricas liberales. Éste es un cambio de paradigmas muy importante: priorizar la gente, negar monitoreos, decidir políticas.

–Las mismas condiciones como para que actúe de manera exacerbada la corporación opositora...
–Una corporación que actúa con un tipo de chantaje que no se veía desde la época de Illia, el último presidente al que no se le aprueba el Presupuesto en 1966. Presidente del que se llenan la boca hablando de él los políticos del Grupo A. Están haciendo lo mismo que le hicieron y no tiene justificación alguna.

–¿Hay posibilidad de discusión cuando no se discuten ideas dispares para un mismo proyecto, sino proyectos irreconciliables?
–No, así no hay discusión. Pero tampoco sé dónde discute la oposición ni qué discute. No hay propuestas de país serio. Está claro lo que no quieren: que este proyecto avance, que se siga con el modelo productivo e inclusivo. No quieren que la gente tenga lo que tiene que tener y que le corresponde: salir de la pobreza, tener agua potable, poder consumir, poder trabajar, poder educarse, poder curarse. Pero no se sabe qué quieren. Van a los programas donde son columnistas fijos y hablan de las críticas al Gobierno, pero no dicen nada de lo que harían en el hipotético caso de ser gobierno. Por eso caen en las encuestas como una catarata: la gente no come vidrio. No van a votar a quien proclama el apocalipsis cada tres segundos como Lilita, ni a aquel cuyo mayor mérito es no hablar como Reutemann, ni a a aquel que dijo tener un plan pero después de un año de gestión aún no lo dio a conocer.



–Sin embargo, la misma falta de ideas estaba para las elecciones del año pasado...
–Pero venía al calor del conflicto del campo. Las fisuras siempre dan lugar a pérdidas. Y si hay pérdidas hay debilidad, concepto al que este pueblo le tiene fobia. Lo sintió débil al Gobierno en ese momento y votó en contra. Además, porque no comprendió qué estaba haciendo el Gobierno con relación a las retenciones. Y no lo comprendió por un error comunicacional del Gobierno. Ese error, al transmitir ideas, permitió que se aglutinaran sectores que eran el agua y el aceite, como la Sociedad Rural y la Federación Agraria. Pero, luego, el poder se hizo cargo de eso y tomó la iniciativa en muchas cosas que estaban dando vueltas: subsidios, Asignación Universal por Hijo. Y la gente respondió mayoritariamente a esas política activas. El Gobierno titubeó en la etapa preelectoral, con cosas absurdas como la línea de blanco o el subsidio en la compra de automóviles. Eso apuntó a un sector del electorado absolutamente indefinido que no se convence por esas cosas. La realidad, donde debía insuflarse consumo era en esos sectores donde tenía que trabajar, insufló crédito en esos sectores que estaban afuera del consumo y esos sectores recuperaron su lugar histórico. Así puso en marcha el mecanismo de producción. Y apuntó a la compra de viviendas, el gran problema de las clases bajas.

–El sector mayoritario...
–Es que los gobiernos, por lo general, cometen siempre el mismo error de descreer de la potencia y la magnitud de las clases bajas. El dinero del Estado debe apuntar a aquellos sectores que, primero, están fuera del consumo. Y, por fortuna, se está haciendo. Hubo una pérdida de tiempo, políticas erráticas, pero fueron tomando una dirección correcta de modelo productivo. Por ejemplo, con la inclusión en el consumo, que es, hoy, la verdadera ciudadanía, más allá del documento de identidad. El tipo que está fuera del consumo no es un ciudadano. El que no puede mandar a su hijo a la escuela, que no puede vacunarlo, que no tiene agua, que no puede llevarlo al médico no es un ciudadano, no está integrado a la sociedad. La palabra “consumo” debe tener un valor noble, no el de consumismo.

–Los historiadores miran con desagrado a la futurología. Pero, en el peor de los escenarios de aquí a un año, ¿se puede pensar en una vuelta atrás de todo lo hecho?
–Creo que no. Pero de ocurrir sería muy grave. Si el Gobierno queda en manos de irresponsables (y a juzgar por lo que se ve de la oposición no hay muchas manos que puedan responsabilizarse en serio de una gestión), de quienes sólo quieren desandar lo andado, la gravedad del caso sería mayúscula. De todas maneras, el Gobierno tiene un año por delante donde debe redoblar la apuesta de lo realizado hasta ahora. Las elecciones se ganan con hechos concretos y muchas de las cosas que se hicieron son las causas del crecimiento en la popularidad de este gobierno.

Por Miguel Russo

La estructura represora aliada de Duhalde


Las agencias de seguridad privada suelen ser las bases desde las que los antiguos represores articulan sus operaciones, tanto legales como encubiertas, para enfrentar los embates del presente.
Agencia Bridees –que proveía protección a las empresas del Grupo Yabrán– reducción de “Brigadas de la Esma”. Por caso, el ex coronel Aldo Álvarez, prófugo de la Justicia por crímenes cometidos en Bahía Blanca, encabezó la agencia Alsina SRL, prestadora de servicios a bancos, countries y edificios. El ex capitán Hugo Espeche, preso por su participación en la Masacre de Las Palomitas, seria socio mayoritario de Espe SRL, contratada por una petrolera en Chubut. El ex coronel del Batallón 601 Víctor Gallo regenteaba la agencia Lince. Y el coronel retirado Rodolfo Solís, tambíen del Batallón 601, fue directivo de la consultora de seguridad Lyons SRL, una pyme en la que también estuvieron otros ex represores como Alberto José Jaime y Ezequiel Causada. Entre sus mejores empleados, figuraba nada menos que el hoy afamado espía Ciro James.
Solís es el principal asesor castrense del sindicalista Jerónimo Momo Venegas, y por ende, de su mandante, Eduardo Duhalde. El Chino –tal como sus camaradas llaman a Solís– es además el nexo entre el Duhalde y familiares de presos por delitos de lesa humanidad. La ardua misión es cultivar en ciertos espacios de la política un freno a los juicios por delitos de lesa humanidad.
La pata eclesiástica de dicho club. El referentes más activos es nada menos que Basseotto. Otro, el cura ultranacionalista Aníbal Fosbery, quien dirige la Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino (Fasta), la cual controla decenas de colegios en todo el país y, además una universidad que cuenta con sedes en Mar del Plata y Bariloche. Esta organización suele aportar financiamiento, consuelo espiritual y hasta techo a los represores en apuros Tanto es así que mantiene un fluido nexo con el general retirado Daniel Reimundes, mano derecha del extinto jefe del Ejército Ricardo Brinzoni.
Fray Aníbal Ernesto Fosbery es un sacerdote dominico perteneciente a la Provincia Dominicana Argentina, ordenado el 6 de diciembre de 1959. Nació el 23 de junio de 1933 en Buenos Aires, República Argentina.
Es Doctor en Teología por la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino, de Roma.
Es Presidente de la Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino, Regente de la Fraternidad Apostólica Sacerdotal Tomás de Aquino y Gran Canciller de la Universidad Fasta, obras de las cuales, junto a varios colegios, es además Fundador.
En Argentina se ha desempeñado entre otros cargos como Prior del Convento Santo Domingo de Tucumán, Rector de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino, Prior Provincial de la Orden de Predicadores, Presidente del Consejo de Rectores de Universidades Privadas Argentinas y Miembro de la Comisión de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) del Ministerio de Cultura y Educación Argentino.

La pata judicial es encabezada por La asociación De Abogados por la Concordia y la Justicia que es presidida por Dr. Alberto Solanet : Fue Secretario de Hacienda de la Nación (1981/82) y Secretario Técnico del Instituto Nacional de Planificación Económica (1977/81).
quien dijo que”Cuando conformamos nuestra Asociación, lo hicimos escandalizados por las violaciones a los derechos humanos y a las más elementales garantías constitucionales que se estaban negando en los juicios por los hechos ocurridos en la guerra de los años 70.”
Otras cabezas visibles, además de proveer asesoramiento legal a militares y civiles acusados por haber ejercido la represión ilegal, también se encargan de gestionar todo tipo de beneficios para ellos en los escarpados pasillos del Poder Judicial.
Por caso, entre los abogados del estudio de Roberto Durrieu, quien fue nada menos que ministro de Justicia de Videla, figura el doctor Hernán Munilla Lacasa, que a la sazón es el hermano de Marcelo Munilla Lacasa, un fiscal que, casualmente, tramitó con tolerancia extrema y guantes de seda una causa por extorsión que tuvo como principal acusado nada menos que Schwab.
La asociación De Abogados por la Concordia y la Justicia, la bautizaron. Concordia, una palabra de moda entre los seguidores de las dos pe: pandistas y procesistas. Cinco meses después, ya son 300. Con un férreo compromiso por la defensa y el apoyo a los reos de las fuerzas armadas y de seguridad.
El objetivo de la ONG es, dicen, “bregar por la vigencia irrestricta del estado de derecho, fomentar y difundir el conocimiento de las ciencias jurídicas y sociales y contribuir al perfeccionamiento de la legislación y de los procesos judiciales”. Y buscar la “pacificación nacional”, esas palabras que lo que en verdad buscan decir es: amnistía a los criminales de la dictadura. Diego Guelar, al menos, no dio tantas vueltas al pedir un perdón para los militares. La gacetilla que dio cuenta del nacimiento de la asociación asegura: “Con auspicio de la fuerte presión ideológica del Gobierno, se ha conseguido forjar en los tribunales una visión asimétrica, falsa y unilateral, de lo ocurrido en el país hace treinta años, inmolándose los principios jurídicos más básicos de las sociedades civilizadas”. Como consecuencia de ello –argumentan– cientos de sus camaradas son “sometidos a procesos viciados, en condiciones vejatorias, algunos con años de encierro y sin condena”. En este “momento oscuro que vive la Patria” se proponen levantar –sostienen– las banderas de la “concordia y la reconciliación”. Dos palabras que repiten mucho, en sus escritos y cuando hablan.
Otros miembros; Dr. Bosch, Dr. Julio C. Otaegui, Dr. Quiroga, Dr. Palacios Hardy, Dr. Bieule y Dr. Schindler, Dr. Mariano Grondona
Quien es el teniente coronel Schwab;citación por parte del tribunal tucumano que investiga la desaparición en 1977 del empleado municipal Carlos Rocha. Desde entonces es uno de los 17 militares prófugos que la Justicia busca denodadamente.
Sin embargo, su paradero no seria un misterio. Se sabe que Schwab logró huir a Miami apenas supo que había una orden de detención en su contra. Schwab fue citado dos veces a declaración indagatoria y nunca se presentó.
BETO MARTINEZ

domingo, 26 de diciembre de 2010

Crisis en la mesa de enlace: Buryaile demandó a Buzzi por calumnias e injurias


La guerra entre ambos dirigentes estalló en noviembre cuando Buzzi fue sospechado de operar a favor del Gobierno con el tema del Presupuesto. Luego el presidente de la entidad federada fue más allá y acusó a Buryaile de desalojar campesinos en Formosa y de tener deudas con la AFIP y el Banco Nación. El enfrentamiento entre ambos impidió el avance de proyectos claves para la oposicion en la Comisión de Agricultura.

En un nuevo capítulo del durísimo enfrentamiento que mantienen, el diputado nacional Ricardo Buryaile decidió días atrás demandar al presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA) Eduardo Buzzi por calumnias e injurias.

Así lo hicieron saber fuentes del entorno de Buryaile, quien por ahora prefirió no realizar declaraciones públicas al respecto por tratarse “de un asunto de mi vida privada”, según comentó el propio diputado.

Por su lado, desde el entorno del titular de la entidad federada dijeron que por el momento desconocen la denuncia que presentó el por ahora presidente de la Comisión de Agricultura. “No nos enteramos ni sabemos nada de esto”, señalaron.
Durante prácticamente todo el año 2010 ambos dirigentes rurales mantuvieron diferencias irreconciliables que impidieron el avance de proyectos considerados claves para la oposicion en la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados.

Pero la guerra estalló a mediados de noviembre pasado cuando Buzzi fue sospechado de operar a favor del Gobierno en Diputados tras pedirle a la legisladora cordobesa Estela Garnero que vote a favor del Presupuesto oficial.

A partir de este suceso, Buryaile en declaraciones radiales mencionó esos comentarios. Luego Buzzi decidió ir más allá y acusó públicamente a Buryaile de desalojar campesinos en Formosa y de tener deudas con la AFIP y el Banco Nación.

La denuncia de Buzzi causó gran conmoción y un alto grado de malestar en el seno de la dirigencia del sector rural ya que se consideró unánimemente que el titular federado traspasó un código ético al involucrar a Buryaile con asuntos de su vida personal.

En tanto que el diputado formoseño tuvo que salir en público a desmentir de inmediato las acusaciones y prefirió de ahí en más cerrar el capítulo mediático para evitar entrar en el terreno de los agravios con gente de la FAA.