viernes, 29 de enero de 2010

Escuelas integradoras: Cuando el otro importa


Hola a todos. Les escribo porque necesito de la colaboracion de ustedes para una buena causa,.
No se si alguno sabe que hay una ley de discapacidad que necesita ser modificada. Esta modificacion de la ley obliga a las obras sociales y prepagas que cubran y contemplen, en su totalidad, los costos de los tratamientos para chicos con TGD (trastorno generalizado del desarrollo) entre ellos el autismo.
Resulta que esta ley iba ser tratada en el Congreso, y se freno.
Se necesitan 1.000.000 de firmas para que la ley salga, y esta es la razon por la que les escribo.Beto Martinez http://www.tgd-padres.com.ar/firmasporlaley.htm


“El jardín en donde Franco hizo sala de 3 no quería aceptar la integración. Nos pedían una maestra integradora derivada de una escuela especial que podía ir sólo una vez por semana. Pero Franco la precisaba todos los días. Perdimos todo el año. Ninguna escuela de Provincia lo quería tomar. Nadie sabía de lo que estábamos hablando. Fue un recorrido larguísimo, ya ni me acuerdo a los colegios que fui”. El relato de Marcela, mamá de Franco de 8 años diagnosticado con TGD, no es el único. Encontrar una escuela común que acepte un chico con NEE (Necesidades Educativas Especiales) en la Provincia de Buenos Aires no es fácil y por eso muchas familias prueban suerte en Capital Federal. Pero los resultados no son alentadores. A pesar de que por ley todas las instituciones educativas de la Ciudad deberían ser integradoras, pocas tienen el proyecto de inclusión y no alcanzan para la gran demanda.

“En Provincia de Buenos Aires es mas complicado que en Capital encontrar escuela integradora para los chicos. Por eso nosotros recibimos gran cantidad de familias que vienen hasta acá para buscar una vacante. En la zona oeste de Capital hay tres. Nos traba el hecho de no poder recibir más que dos chicos por aula. Esta imposición hace que no podamos recibir a todos los chicos que vienen a anotarse”, cuenta Roxana Fiasqui, directora del Instituto Megly del barrio de Mataderos, que desde el 2002 comenzó un proyecto de escuela inclusiva y hoy cuenta con 6 chicos integrados en jardín y primaria.

“La Ley Nacional de Educación dice que los niños tienen derecho a educarse en la escuela común donde viven salvo que alguna discapacidad grave se lo impida. Hoy en día los equipos terapéuticos recomiendan mucho la integración y algunas escuelas sólo inscriben un chico por grado y otras un chico por ciclo. Hay muchos menos lugares que chicos para integrar”, analiza Graciela Ricci, presidenta de ADEEI (Asociación para el Desarrollo de la Educación Especial y la Integración), una ONG que desde 1998 se dedica a la integración en todos los niveles del Sistema Educativo. La organización tiene 250 chicos en distintas escuelas de Capital y Provincia de Buenos Aires. “Hay algunas que tienen 25 o 30 alumnos en integración, pero son las menos. La mayoría de las escuelas ofrece sólo un espacio físico, no se compromete con la integración”, agrega Ricci.

El segundo problema que enfrenta la familia una vez que logra conseguir una vacante, es sortear los miedos y la falta de voluntad de algunos maestros y directivos de las escuelas. “El miedo de las docentes es porque piensan que puede pasar algo con los chicos integrados. Pero la docencia se basa en desprenderse de ese miedo y obtener algo positivo. El logro que vemos año a año es el beneficio que hay que tener en cuenta”, reflexiona la directora Fiasqui. La licenciada Ricci sostiene que los docentes no pueden negarse a tener una integradora en el aula ni a aceptar un chico con NEE. Y asegura que no hay excusas: “Se han dado muchos cursos. Y no desde ahora, sino desde hace 10 años. El maestro se olvida que es un profesional que tiene que actualizarse. Y hay lugares gratuitos donde lo único que tienen que hacer es anotarse”.

Tanto Ricci como Fiasqui reconocen que algunos docentes no simpatizan con la idea de tener trabajo extra o la observación de cerca de un profesional dentro del aula. Algunas temen que le quite autoridad. O creen que la tarea adicional de adelantar los programas y las pruebas a la integradora para que las adapte o participar de reuniones con los equipos terapéuticos por lo menos al comienzo y al final de cada ciclo electivo, va a ser una exigencia extra para la que no están dispuestas. Lo cierto es que en muchas ocasiones, la integradora se transforma en una aliada de la maestra, proveyendo material y fortaleciendo la relación del docente con el chico integrado e incluso colaborando con algún otro alumno que precise ayuda dentro del aula.

Para los padres del grupo también es una incógnita saber exactamente que hace ese adulto, que no pertenece a la institución, dentro del aula. La directora del Instituto Megly cuenta una anécdota: “Nosotros con el nene mas chiquito que se integró, que a su vez fue uno de los primeros, hicimos una reunión antes de comenzar las clases con el equipo terapéutico del alumno, su familia y los otros padres del grado. Mediante un juego demostramos las necesidades particulares de cada uno, presentamos a la sicóloga del equipo y a la maestra integradora. Dio un resultado increíble. Hoy, no solo tiene a su integradora, sino que tiene auxiliares todo el tiempo que son sus compañeros que lo cuidan y lo guían”. Romper el miedo a lo desconocido e informar parece ser la solución para que los padres no se generen fantasmas entorno a la figura del adulto acompañante.

A pesar de que la situación actual está mucho mejor que hace 20 años atrás, y tanto los docentes como directivos están más abiertos y dispuestos, la situación se complica cuando no está la figura del acompañante presente en el aula. “Santiago pasó por 6 escuelas desde que empezó jardín hasta 4to grado. A pesar de que aprendió a leer a los 3 años, una de sus maestras, por ejemplo, no podía evaluarlo en el año porque sus cuadernos estaban incompletos y no prestaba atención. En diciembre, cuando lo tenía solo para ella, aprobaba todos los objetivos del año en un solo día”, relata Alicia, mamá de Santiago de 13 años diagnosticado con Síndrome de Asperger. Para algunos diagnósticos, la necesidad de un acompañante terapéutico va más allá de la capacidad intelectual del alumno. Por ejemplo, para los chicos con ADD (siglas en inglés para Trastorno por Déficit de Atención) tener un acompañante en clase que los ayude a comprender los contenidos y los organice es indispensable según explica Ricci: “Un ADD puede tener hiperactividad o no, pero el problema de atención es muy serio. No le permite aprender nada. Ahí el chico precisa un maestro integrador”.

En muchos casos, el objetivo de la integración es generar el vinculo social del niño: “Aprender habilidades sociales en casos de chicos que carecen de ellas como los diagnosticados con TGD o Autismo, en la escuela con sus pares es mucho más rico que en un consultorio. Pero si no está la integradora para que transmita lo que se trata en terapia es casi imposible”, subraya la licenciada Maria Zysman, una de las fundadoras del Grupo Bullying Cero y actualmente miembro de Libres de Bullying. Para Zysman, mientras más se conoce al otro más fácil es que no se lo lastime: “Si se saben que cosas les cuestan, que cosas los ponen nerviosos, son los propios compañeros los que los protegen. Ellos mismos dicen: “no, no le hagas esto porque no le gusta”. Pero ahí tiene que estar el adulto para guiar. Se trabaja la aceptación de la diferencia en la integración”. También argumenta que mientras más temprana sea la integración, mejores son los resultados. “Hay muchos que lo logran porque trabajan desde la mirada integradora del adulto. La integración pasa por la cabeza de la gente y eso es lo que hay cambiar. Hay mas colegios que integran que gente que acepto la diferencia en su vida”, observa Zysman.

En este mismo sentido, Graciela Ricci considera que la integración forma la mirada solidaria que los chicos de hoy tendrán en el futuro, porque viven las necesidades del amigo discapacitado y lo comprenden. Se transformarán en personas con más capacidad de entendimiento. A pesar de no ser la ideal, la sociedad ha cambiado en los últimos años. La información y la difusión han sido ejes fundamentales para la aceptación. El discapacitado está buscando su espacio en la comunidad y ser reconocido. Esto se debe a una nueva valoración desde lo social.

Para Ricci, la clave está en trabajar los valores morales y éticos como la solidaridad, el respeto, la igualdad, la alegría, el coraje, la honorabilidad, el concepto de alteridad. En su análisis, idea una sociedad mucho más justa en el momento en que se pueda considerar la existencia del “otro” y que ese “otro” también concierne desde lo humano a cada integrante de la comunidad.

Lorena Morena
Para Alternativa Solidaria

11 comentarios:

  1. Es dificil la situación tanto en provincia como en capital.El criterio que tienen en ciudad es que si un chico necesita una integradora mas de una vez por semana , en realidad necesita educacion especial.NO CREO QUE TODOS LOS CASOS PUEDAN INTEGRARSE EN ESCUELA COMUN.Realmente he visto casos donde los chicos permanecian en común , solo para satifacer a los padres, ya que los niños jamas llegaba a integrarse ni siquiera desde lo social.Se que es duro lo que digo pero les pido por favor que revisen los diagnósticos de TGD, ya que se "etiquetan" a los niños muchas veces, generando falsas expectativas.

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  2. soy una mama que hiso todo por su niño pero .profe.nunca me dio nada. es una verguensa. todo que consegui fue por medios de ..rifas.donaciones .o canjes....tendrian que camviar. nunca nadie esta esento de nada ..

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  3. EL GOBIERNO NUNCA MIRA PARA LOS COSTADO CON RESPETO A LOS NIÑOS COMO SE SUELEN DECIR DIFERENTES . PALABARA MAL UTILIZADA PORQUE ELLOS SON SERES COMO CUALQUIER NIÑO . TENDRIA QUE HABER MAS ECUELAS INTEGRADORAS CON EQUIPOS PARA AYUDARLOS Y A YUDAR A SUS PAPAS QUE A VECES SE SIENTEN TAN SOLOS Y SIN RESPUESTAS POSITIVAS . PIDO A LAS AUTORIDADES TANTO NACIONALES COMO PRVIMCIALES QUE SE LLEVE A CABO ALGO CONCRETO.

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  4. Marina dijo: es muy dificil encontrar escuelas capacitadas para eso. Tienen miedo a lo desconocido y eso les genera incertidumbre y mas trabajo. Prefieren decirte que no quieren que tu hijo se fruste y .....

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  5. LA SOCIEDAD DEBE COMPRENDER QUE UN INTEGRADOR PARA TU HIJO PUEDE EVITAR LA FRUSTACION EN ÉL Y PUEDE AYUDARLO A SACAR DE EL LO MEJOR Y EXPLOTAR SU POTENCIAL. CADA UNO TIENE UNO, AYUDEMOSLO A DESCUBRIRLO. M.

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  6. Los adultos no pensamos en aquello que verdaderamente los niños necesitan. Me preocupa leer lo que aquí se publica. Los docentes de escuela primaria común no tienen la obligación de prepararse para la atención de un niño con capacidades diferentes. Me gustaría que se tenga en cuenta que en la mayoría de las Escuelas Primarias hay 30 niños. Existe una legislación que debe ser respetada.
    Leo que todo se recarga al docente. Siempre alguien tiene la culpa de algo. Pero contemplamos verdaderamente lo que los niños necesitan? Acoto que en Provincia de Buenos Aires las docentes tienen tres niños con NEE y poco conocimiento pero una voluntad de hierro(en la escuela en donde trabajo)El resto de los niños también requieren de la atención de la docente.Se le dan a los padres falsas expectativas. Las Escuelas Especiales no dan a basto y solo concurren una vez a la semana. Es un tema muy complejo

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  7. Yo a mi hija la tuve que cambiar de escuela porque entro una nena con tgd y mi hija se quejaba que gritaba todo el dia y revoleaba cosas. un dia apareci en la escuela y estaba en pleno ataque, una situacion horrible super violenta y nunca nadie de la escuela nos explico que problema tenia ni que era. Todos tienen derecho a educarse pero mi hija tambien y a hacerlo en un ambiente saludable.

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    1. saludable seria que fueramos mas tolerantes y puedieramos dar amor al otro anque no sepamos que le pasa, saludable seria que le ensañaras a tu hija que se puede ser diferente y se supera con amor.... pero cada uno elige que es lo saludable para cada uno

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    2. soy papa de un nene con síndrome de down , el no es agresivo ni violento, y si sufre discriminacion de niños denominados COMUNES, no solo los niños con problemas son agresivos, todos son niños y hay que educarlos , la mejor educacion viene de sus casas enseñándoles a respetar al otro .

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    3. Mi hijo menor tiene Tea, y es una bendición para sus hermanos y para mi. Es un ángel q nos mando Dios para enseñarnos a vivir de otra manera. Cuanta pena me da que haya gente q no haya tenido la misma suerte . Como mamá y docente se que la vocación de enseñar no es para cualquiera y que la ignorancia asi como la pobreza del alma es una enfermedad que no se cura, ni con todo el dinero del mundo

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  8. QUE VERGUENZA LEER, ESOS COMENTARIOS NEGATIVOS, INPRODUCTIVOS PARA UNA BUENA Y JUSTA SOCIEDAD. QUE INJUSTA SOS VOS, ELLA Y TODOS LOS QUE HABLAN PELOTUDECES. "INUTILES", QUE NO SABEN UBICARSE, ADAPTARSE, "SOLIDARIZARSE". REFLEXIONEN, ANTES DE ESCRIBIR HISTORIAS DE PROBLEMAS SIMPLES.
    UN NIÑO CON UNA CAPACIDAD DIFERENTE, NO ES UN ESTORBO, NI MOLESTIA. ES UNA NUEVA LUZ QUE NOS LLEGA Y NOS PONE A PRUEBA. COMO DIJO JESUS "BIENAVENTURADOS LOS NIÑOS POR QUE SON EL REINO DEL SEÑOR". NO SEAN EGOISTAS, AYUDEN Y PROTEJAN A "TODOS" LOS NIÑOS CON O SIN CAPACIDAD DISMINUIDA.
    LA VERDAD ME DUELE PENSAR QUE EXISTE GENTE TAN INJUSTA, EN ESTOS TIEMPOS!!!!!!!!!

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