viernes, 26 de febrero de 2010

Hambre en el 1er. Mundo, para q no hablen al pedo los defensores del mercado


El hambre no es un monopolio del 3er. Mundo. En el 1er. Mundo más de 49 millones de estadounidenses sufrieron una constante “inseguridad alimentaria” durante el año pasado, 13 millones más que en 2008, según un informe del Departamento de Agricultura de USA.
Pese a que Washington DC anunció recientemente un crecimiento del 3,5% del PIB en el 3er. trimestre -es decir que se considera superada la caída en la peor crisis desde 1929-, varios analistas opinan que la mayoría de los habitantes en USA afrontan una gran depresión.

El descenso de los precios de la vivienda está empobreciendo aún más a las clases medias y bajas, cuyo patrimonio principal es una casa. Mientras, la subida del mercado de valores está haciendo más ricos a los que ya lo eran, porque su patrimonio principal son acciones.

1 de cada 6 hogares estadounidenses tiene problemas para conseguir suficiente alimento. Y la cantidad de niños estadounidenses que padecen de hambre aumentó de 11 millones a 17 millones, cifra récord desde que el gobierno federal comenzó a realizar sus estadísticas sobre el tema, hace 14 años.

33% de los hogres con problemas económicos sufre lo que los investigadores denominan “muy baja seguridad alimentaria”. Es decir: esa familia no come 2 veces al día o reducen considerablemente las raciones o, simplemente, no tienen suficiente dinero para comprar comida.

Las familias sin recursos suelen alimentar primero a sus hijos, protegiéndoles del hambre todo lo que pueden. Sin embargo, el informe denuncia que el número de niños expuestos a una “muy baja seguridad alimentaria” pasó de 323.000 a 506.000 en el año 2007.

El Gobierno estadounidense clasifica a las familias como “food secure” o “food insecure” basándose en un cuestionario que analiza sus hábitos alimenticios en los 12 meses anteriores.

Por ejemplo, se les pregunta si los padres o sus hijos han pasado alguna vez 1 día entero sin comer porque no tenían suficiente dinero para comprar alimentos.

La cantidad de respuestas afirmativas permite alcanzar una noción de la dimensión del problema. Medios de comunicación estadounidenses ya le reclaman a Barack Obama que amplíe los programas federales de nutrición existentes.

Tras acceder a la presidencia, Barack Obama decidió destinar US$ 20.000 millones al Supplemental Nutrition Assistance Program, el programa de bonos de comida (foods stamps) para familias necesitadas. Teniendo en cuenta que la población actual estadounidense es de 304 millones, con una tasa de pobreza del 13% -que se eleva al 21,9% en los menores de 18 años, la más alta en el mundo desarrollado-, con dicha cantidad podrán atenderse a 6 millones de personas más de las que ya se benefician del SNAP.

Pero la pobreza sigue aumentando.

Otro estudio federal muestra que, antes incluso de que comenzara la crisis de las hipotecas 'subprimes', que hundió al sistema bancario estadounidense, más de 66% de las familias definidas como “food insecure” tenían entre sus miembros a 1 o más trabajadores con sueldos 'basura'. Según The New York Times, eso supone que millones de estadounidenses estaban atrapados en empleos de baja remuneración antes de que la recesión redujese aún más sus posibilidades de alimentar adecuadamente a sus hijos.

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