lunes, 3 de mayo de 2010

"Harto de los hartos" por Eduardo Aliverti


Habría que tener un poco más de respeto por las palabras. Por algunas de ellas, mejor dicho. Y mejor todavía, por lo que connotan.
Estamos en democracia, para empezar por una perogrullada que, sin embargo, alguna gente parece perder de vista con extrema facilidad. Buena, mala, perfeccionada, empeorada, carente de demasiados derechos básicos, avanzando en otros. Pero estamos en democracia. Si en lugar de eso se prefiere hablar de “el régimen”, “sistema burgués”, “fantochada institucionalista”, “partidocracia”, “monarquía constitucional” u otros términos de vitupero, es legítimo pero hay que buscarle la vuelta a que se los puede vociferar sin problemas. Nadie va preso (apenas la segunda recordación primaria, ya apuntada por algunos colegas, y uno comienza a cansarse). También puede señalarse que esa prerrogativa, la libre expresión, no alcanza para vivir como se debería. Supo semantizarlo Anatole France: “Todos los pobres tienen derecho a morirse de hambre bajo los puentes de París”. Expresarse en libertad puede entonces no tener resultados prácticos, para quienes no comen ni se curan ni se educan con el decir lo que se quiera. Si además se afina la puntería para meterse con la libertad de prensa, por aquello de que todo ciudadano tiene derecho a publicar sus ideas sin censura previa, resulta que hay que contar con la prensa propia. Y en consecuencia pasamos a hablar de la propiedad de los medios de producción. Lo cual es igualmente legítimo, desde ya, pero con el riesgo de que se convierta en teoricismo si acaso no es cotejable con la época y circunstancias que se viven. Veámoslo a través del absurdo: si siempre es igual, democracia y dictadura también son iguales. En este punto el cansancio por las obviedades se incrementa. Y uno se pregunta si no se lo preguntan quienes sí viven de poder expresarse libremente por la prensa, pero para referirse al momento argentino como si continuáramos en plena dictadura.
Mataron a mucha gente acá. Picanearon, violaron, nos mandaron a una guerra inconcebible, robaron bebés, desaparecieron a miles, tiraron cadáveres al mar y adormecidos también, electrificaron embarazadas, regaron el país de campos de concentración, torturaron padres delante de los hijos. Se chuparon a más de cien periodistas acá. Si hasta parece una boludez recordar que estaban prohibidos Serrat y la negra Sosa, que las tres Fuerzas se repartieron las radios y los canales, que inhibieron textos sobre la cuba electrolítica, que en el ’78 estaba vedado por memorándum criticar el estilo de juego de la selección argentina de fútbol. ¿Nos pasó todo eso y por unos afiches de mierda y una escenografía de juicio vienen a decirnos que esto es una dictadura? ¿Pero qué carajo les pasa? ¿Dónde están viviendo? ¿Cómo se
Marca de Radio – 01.05.10
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puede faltarle así el respeto a la tragedia más grande de la Argentina? Acá lo cepillaron a Rodolfo Walsh, ¿y hay el tupé de ir a llorar miedo al Congreso? Faltaría ir al Arzobispado. Si bendijo a los milicos, seguro que también puede dar una mano ahora que se viene el fin del mundo con el matrimonio gay.
Uno entiende que pasaron algunas cosas, nada más que algunas por más significativas que fueren, capaces de suscitar que sea muy complejo trabajar de periodista en los medios del poder. Lo de las jubilaciones estatizadas, lo de la mano en el bolsillo del “campo”, lo de la ley de medios audiovisuales y la afectación del negociado del fútbol de primera. Ahora bien, ¿la contradicción aumentada entre cómo se piensa y dónde se trabaja justifica las sobreactuaciones? Es decir: puede pensarse que en verdad algunos dicen lo que pensaron toda la vida, y que otros quedaron presos de la dinámica furiosa de la patronal. Pero, ¿decir que estamos o vamos hacia una dictadura? ¿Que si esto sigue así puede haber un muerto? ¿Hace falta construir ese delirio para congraciarse? En todo el país, si es cuestión de propiedad mediática y de programas y prensa influyente, bastan y casi sobran los dedos de ambas manos para contar los espacios que -con mayor o menor pensamiento crítico- apoyan al Gobierno. La mayoría aplastante de lo que se ve, lee y escucha es un coro de puteadas contra el oficialismo como nunca jamás se vio. La oposición es publicada y emitida en cadena, a toda hora. ¿Qué clase de dictadura es ésa? Ese libre albedrío, muy lejos de ser mérito adjudicable al kirchnerismo, ocurrió igualmente con Alfonsín, la rata, De la Rúa, Duhalde. Lo que no había sucedido es esta cuasi unanimidad confrontadora salvo por los últimos tiempos del líder radical, a quien por derecha se le cuestionaban sus vacilaciones y por izquierda también. Contra Menem recién cargaron en su segundo lustro, después de que completó el trabajo. La Alianza, bueno, se caía por su propio peso. Con el Padrino pegar era gratis, porque el país ya había estallado. Pero en el actual, que después de todo es simplemente un gobierno más decidido que el resto en cierta intervención del Estado contra el mercado y en el perjuicio a símbolos muy preciados de la clase dominante, ¿qué tan de jodido pasa como para hablar de una dictadura? ¿Será que basta con tocar unos intereses para edificar en el llano la idea de que pueden empezar a matar?
¿Los Kirchner son Videla, Massera, Suárez Mason? Por favor, tienen que aclararlo porque de lo contrario hay uno de dos problemas. O se lo creen en serio, y por tanto se toma nota de que desvarían. O saben que es una falsedad sobre la que se montan para condolerse y entonces se anota que está bien, que no se justifica pero se entiende, que quedaron tras las rejas de los medios en que laboran. Ojalá que sea lo segundo, por aquello de que un tonto es más peligroso que un mal bicho.
Se cometieron varias estupideces en forma reciente. Se le dio mucho pasto a la manada, se perpetraron injusticias con colegas que no se lo merecen, se agredió a los que precisamente buscan victimizarse. Eso no es hacer política. Es jugar a la política. La diferencia entre una cosa y la otra es que cuando se ejecuta lo primero es bien medida la correlación de fuerzas. A quiénes se beneficia, cuánto se puede tensar la cuerda en la dialéctica entre condiciones objetivas y subjetivas; cómo no sufrir un boomerang, en definitiva, y si se produce cuánto de fuerte son las espaldas para sortearlo. En cambio, si se juega a la política todo eso es lo que importa un pito antes que nada, con el agravante de que las consecuencias las paga un arco mucho más amplio que el de quienes formularon la chiquilinada.
Marca de Radio – 01.05.10
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De ahí a que se tomen de esos yerros para hablar de peligro de muertos, de sensación de asfixia dictatorial, de avanzada totalitaria, media una distancia cuya enormidad causa vergüenza ajena de apenas pensarla. No es algo que no pudiera preverse. Como lo dijo allá por los ’80 César Jaroslavsky, otro sabio sólo que de comité pero muy ducho en transas y arremetidas: te atacan como partido político, y se defienden con la libertad de prensa.
Se sabe que es así. Pero igual uno ya está harto de los hartos que se hartaron recién ahora.

MARCA DE RADIO, sábado 1 de mayo de 2010.
Editorial de Eduardo Aliverti recibida de Damian Morelli

4 comentarios:

  1. Doy gracias por poder leer todo,Aliberti, no es en vano q´te sigo hace... bueno eras muy joven,es maravillosa tu coherencia de pensamiento,es lo que más admiro en vos

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  2. El articulo no es objetivo. Se balbucea apenas inconsistencias ajenas pero no las objetivas, las que cuentan: que se ataca de este gobierno y desde donde ni por que, ni quien es quien. Se generaliza en favor... se toma una exageracion para deslindar? Es patetico. Aca se le olvida al autor la corrupcion que mata millones, que aborta millones. Aca se olvida de la logica del capital de un gobierno que no vino a cambiar nada sino quiza apenas las manos de un pedacito del capital: ese era el gran proyecto independizador? preguntesele a un obrero si no le da lo mismo que le pague en negro Cristobal Lopez o Petrobras, y si el primero garantiza que no se va a fugar los capitales alguna vez. Y tanto pibe en la calle. Y tanta CGT, y tanto intendente, y tanta patota pegando en el Hospital Frances, en el Subte, en Kraft, en Massuh, en todos los barrios. Y ese intendente Ishii, y esa militarizacion de escuelas en santa cruz, y esa inmovilidad de salarios con inflacion galopante, y ese pollo y ese cerdo y ese pescado cada vez mas lejos del pibe que le funciona cada vez peor el cerebro... No Aliverti, usted se equivoca, no se le pegue de lo que se va a arrepentir, porque aca no vienen por caso las comparativas con lo peor sino toda la estafa que esta cundiendo en este momento a expensas de los trabajadores, a los que se les saca el 35 por ciento del salario en impuestos que van a los bolsillos del FMI bicentenario!!!! Ni nacional ni popular, ladrones.

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  3. no nos distraigamos, la ley de medios está secuestrada y la pueden hacer desaparecer, no hay q´dormirse, una vez q´falle la Corte, fué, a llorar a donde quieran, así q´a no dejar el tema.

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  4. Anónimo, seguro ke vos vivis adentro de un taper, hermano, en ke país vivís, o tu nombre es TN, andaa!!

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