martes, 4 de mayo de 2010

La gran contaminación: Más de 400 especies en grave peligro


La marea negra amenaza a más de 400 especies que dependen del frágil ecosistema del delta del Mississippi, duramente castigado hace cinco años por el huracán Katrina. La mancha de petróleo ha causado hasta ahora pocos estragos en las inmensas marismas al sur de Nueva Orleans repartidas por 12.000 kilómetros cuadrados- pero los expertos advierten que los efectos pueden ser devastadores a partir de la próxima semana.

Las imágenes del primer alcatraz en el centro para la recuperación de las aves en Fort Jackson no serán más que el preámbulo. Se calculan que hasta 25 millones de aves pueden pasar al día por el "corredor" migratorio del Golfo de México en esta época del año (500 millones a lo largo de toda la primavera, según un estudio de la Universidad Estatal de Luisiana).

Especies como el pelícano pardo, la garza roja, el pato jaspeado o el fraile blanco están gravemente amenazados por el impacto de la marea negra que podría afectar a 20 reservas de vida silvestre. En un pequeño vertido que llegó hace siete años a la isla de Breton llegaron a morir 800 pelícanos pardos, el ave por excelencia de Luisiana.

"La época de cría empieza precisamente por estas fechas, y muchas parejas se encuentran incubando huevos", advierte Melanie Driscoll, de la Iniciativa Costera de Luisiana. "Para los pájaros, el desastre no ha podido ocurrir en peor momento; muchos de ellos están anidando en la zona donde puede acumularse el petróleo al llegar a la orilla. Tenemos que estar preparados para lo peor; nos enfrentamos a una auténtica catástrofe en las costas de Luisiana, Mississippi, Alabama y Florida".

"Más de 5.000 delfines se encuentran en estos momentos en la zona del Golfo de México, a punto de dar a luz a sus crías", alerta por su parte Moby Solangi, director del Centro para el Estudio de los Mamíferos Marinos en Gulfport.

La mancha de petróleo podría diezmar también los bancos de atún de aleta azul y afectar a las poblaciones de cachalotes y a varias especies e tortugas marinas que desovan en las playas del golfo por esta época. El Golfo de México es también el principal "suministrador" de gambas, ostras y cangrejos azules en Estados Unidos.

Cierre de plataforma

Las autoridades de Estados Unidos han cerrado dos plataformas y han evacuado una tercera ubicadas cerca de la gran marea negra que se propaga por el golfo de México. Según la Guardia Costera de EE UU, el cierre de estas estructuras se ha decidido como medida de precaución.

La limpieza de la marea negra del golfo de México costará más de mil millones
Se hunde la plataforma petrolera que explotó en el Golfo de México
Al menos 11 desaparecidos por una explosión en una plataforma petrolífera en el Golfo de México

La decisión se toma horas antes de que el presidente Barack Obama visite la zona afectada por el vertido de fuel de la plataforma pretolífera de BP hundida el pasado 20 de abril . El viaje de Obama, que ha recibido numerosas críticas por la lenta reacción de su Gobierno ante el desastre ecológico, se producirá mañana por la mañana, informa la Casa Blanca.

La situación en la zona del derrame se agrava y va camino de convertirse en uno de los peores desastres naturales de la historia de EE UU. Los trabajos de los servicios de limpieza se han visto complicados en las últimas horas por el mal tiempo que azota las costas de Luisiana, Florida, Misisipi y Alabama . El Servicio de Meteorología de EE UU ha pronosticado que, si en las próximas horas la dirección e intensidad del viento no cambia, las manchas de crudo podrían afectar a las pequeñas bahías de la costa de Luisiana.

A pesar del temporal, más de 6.000 efectivos y centenares de barcos siguen trabajando contrarreloj en la zona para evitar que el accidente de la plataforma petrolífera de BP se convierta en un desastre ecológico y económico para el sector turístico y pesquero de la región. Según fuentes del sector, se han utilizado vehículos submarinos para lanzar productos químicos en el lugar de la fuga, a más de 1.500 metros de profundidad. Se desconoce, de momento, si estos productos podrán ser efectivos. BP y las autoridades de Estados Unidos han dicho que los químicos fueron lanzados durante la noche y que sus resultados serán evaluados a lo largo de hoy sábado.

Este vertido también tendrá consecuencias inmediatas para toda la industria extractora de crudo. La Casa Blanca anunció la paralización de cualquier prospección submarina hasta aclarar las causas del accidente que el pasado día 20 causó la explosión de la plataforma de la multinacional británica BP, donde murieron 11 personas. Ello implica congelar las polémicas prospecciones en Alaska y el Atlántico que autorizó Obama.

Arrecian las críticas contra Obama

La alerta es de tal dimensión que ninguna prospección de petróleo submarina será autorizada hasta que no se aclaren las causas del accidente que acabó con el hundimiento de una plataforma petrolífera en el golfo de México y con el mar cubierto de crudo. Los planes de Barack Obama anunciados a fines de marzo de abrir las costas del Atlántico y de Alaska a las perforaciones quedan congelados, según anunció la Casa Blanca a través de uno de los asesores del presidente, David Axelrod.

El Gobierno de Obama ha recibido numerosas críticas en las últimas horas y una temida pregunta ya se propaga -tan rápido o más que la marea negra que amenaza las costas de Luisiana, Alabama, Misisipi, Tejas y Florida-: ¿es este el Katrina de Obama? Los críticos del presidente apuntan que la Administración demócrata ha tardado en reaccionar, y que ya es demasiado tarde por mucho que en las últimas horas la Casa Blanca quiera aparentar control de la situación y ponga sus efectivos a trabajar a toda máquina.

El golfo de México ya ha vivido antes otras tragedias, como el azote de los huracanes Gustav, Ivan o Katrina. El paso de este último, en agosto de 2005, dejó malherida a la ciudad de Nueva Orleans y tiñó de incompetencia la Administración -ya tocada por la invasión de Irak- del entonces presidente George W. Bush. El huracán dejó su impronta en Luisiana, pero la falta de pronta respuesta de Washington -Bush tardó días en reaccionar y siguió de vacaciones en su rancho de Tejas- fue la huella más profunda. Cerca de 2.000 personas perdieron la vida.

Luisiana era al principio de la crisis el destino inmediato de desembarco de la marea. Pero Misisipi, Alabama y Florida ya parecen que no van a quedar limpios. El gobernador de Florida, Charlie Crist -que acaba de anunciar que dejará el Partido Republicano para presentarse como independiente a un puesto en el Senado de EE UU-, declaraba ayer la situación de emergencia en la costa oeste de su Estado.

El día anterior, Bobby Jindal, gobernador de Luisiana, cuyo Estado aún está recuperándose de la destrucción provocada por el Katrina, advirtió de que la mancha "amenaza a los recursos naturales del Estado". Jindal declaró la situación de emergencia y pidió fondos a Defensa para desplegar 6.000 agentes de la Guardia Nacional para ayudar en la limpieza. En similares términos se ha mostrado esta madrugada (hora española) el Gobernador de Alabama, Bob Riley, decretando el estado de emergencia ante "la seria amenaza que supone el vertido para el medioambiente y la economía".

Los medios locales decían que la creciente mancha de crudo estaba muy cerca de la delicada reserva de vida salvaje de los pantanos del borde del delta del río Misisipi que, según expertos, podría dañar gravemente a la ecología del área y sería muy difícil de limpiar. Los guardacostas no lo han confirmado todavía.

Los pantanos, en peligro

La marea negra que está llegando como una sombra tenebrosa a las costas del sur de EE UU puede causar un desastre ecológico en las marismas de Luisiana. "Esos pantanos son áreas muy, muy sensibles", afirma Nancy Kinner, ingeniero ambiental y codirectora del Centro de Investigación de Respuesta Costera de la Universidad de New Hampshire. Según reseña Nature en una noticia en su web, las marismas funcionan como criaderos de incontables especies de peces y crustáceos muy importantes ambiental y económicamente para esa zona.

Será más fácil limpiar los depósitos de petróleo de la arena en las costas que en los pantanos, afirman los expertos.

Además de perjudicar seriamente la vida en mar abierto, los químicos tóxicos del petróleo también puede afectar el plancton y los organismos microscópicos que forman parte de la cadena alimenticia marina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario