El ex militar argentino Julio Alberto Poch, detenido en septiembre pasado en España por su presunta implicación en los "vuelos de la muerte" durante la dictadura militar en Argentina (1976-1983), aceptó hoy ser extraditado a su país.
Poch, que es piloto y tiene también la nacionalidad holandesa, afirmó en una vista en la Audiencia Nacional de Madrid que lleva "cuatro meses detenido injustamente" en España y que espera que en Argentina tenga un "juicio justo".
El presunto ex represor, que trabajaba para la línea aérea holandesa Transavia, fue arrestado el 22 de septiembre de 2009 en el aeropuerto valenciano de Manises cuando estaba al mando de un avión que debía despegar hacia Ámsterdam. La detención se produjo a instancias de Argentina, que reclama su extradición.
Compañeros de Poch en la aerolínea denunciaron previamente que el piloto se había jactado de participado en los "vuelos de la muerte", en los que prisioneros políticos de la dictadura argentina eran arrojados vivos al mar o al Río de la Plata desde aviones en pleno vuelo, tras ser drogados y maniatados.
Poch niega los hechos y hoy se quejó de haber sido víctima de una "jugada política" de Holanda, país que en sus palabras se deshizo de él sin darle oportunidad de defenderse. Denunció asimismo que la detención arruinó su carrera como piloto.
El ex militar criticó además la actuación del fiscal argentino, que consideró de "lo más vergonzoso" por haberle acusado, aseguró, "sin investigar los hechos" y sin que hubiera pruebas en su contra.
El pasado 30 de octubre, el gobierno español ya había aprobado la tramitación de la extradición de Poch por su presunta implicación en crímenes de lesa humanidad durante la dictadura en Argentina, después de que el 6 de octubre el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ratificara la orden de prisión dictada en un primer momento por un juzgado de Valencia.
Las autoridades argentinas ya habían solicitado a Holanda el año pasado la extradición de Poch en relación con cuatros procesos penales, después de recoger testimonios de compañeros de vuelo del ex militar que le involucraban tanto en los "vuelos de la muerte" como en las operaciones de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), un centro clandestino de detención y tortura de la entonces junta militar argentina.
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